Descripción
Formato: 20×15 cm.
La serie de aguatintas consta de 26 aguatintas que Picasso creó por encargo del editor Gustavo Gili en 1956 para ilustrar el tratado sobre los toros que había realizado Pepe Illo en el siglo XVIII.
Pablo Picasso se sintió fascinado por el mundo taurino desde que su padre lo llevara siendo un niño a ver corridas en su Málaga natal. Durante toda su vida artística, los toros fueron un tema recurrente y están reflejados en muchísimas obras, tanto en dibujos, aguatintas (como en este caso) como en óleos y grandes obras insignes como El Guernica.
Para la realización de estos grabados utilizó planchas de cobre y los dibujó con tinta al azúcar, técnica muy poco utilizada pero que en este caso dio un resultado magnífico.
Picasso plasmó casi todos los momentos de la corrida: el paseíllo de los diestros con sus cuadrillas, los pases de muleta y verónica, la suerte del rejón, la salida de los cabestros para retirar el toro manso, la cogida del torero, las banderillas o el picador; pero también la actuación de perros que acosan al toro, el torero en silla o la garrucha para saltar sobre el animal, que ya no se empleaban cuando Picasso las pintó.
Pintadas con óxido negro aguado para reproducir el efecto de la tinta al azúcar que utilizó Picasso.
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