Recreación en cerámica del emblemático cuadro del pintor estadounidense Edward Hopper. Lo pintó en 1927 y ya en su tiempo se vendió en1.200$.
Podemos ver a una chica sentada en un local típico de los años 20, quizás es solo una clienta habitual del café, una autómata en el mismo sitio y a la misma hora y siempre sola ante su consumición.
Hice esta reproducción del cuadro de Hopper para la fachada de una villa turística de Lanzarote. El mural lo pinté sobre azulejos de 20 x 20 y mide 100 x 80 cms.
Agradezco a Ernesto ( mi querido cliente habitual) su confianza en mí al encargarme estos murales tan hermosos.
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